El niño duerme
la madre sale deprisa
las gaviotas chillan, ¿qué chillan?
Caldo de pescado
se cuece en la cocina.
Y yo como siempre
cocinando penitas,
un poco de mi suerte,
camino sin salida.
Alma invadida de duendes,
todos bailan tu sonrisa
que la llevo bien adentro
digan lo que me digan.
El niño duerme,
los reyes majos,
aún no han llegado.
Las gaviotas chillan, que chillan?
Las campanas dicen
las dicen las diez menos cuarto.
Las niñas sentadas en las sillitas de madera no nos atrevíamos a decir ni mu. Un señor alto disfrazado con un vestido blanco hasta los pies, se movía de acá para allá en aquel semicírculo improvisado.
Manolita miraba tras las rejas las magnolias que colgaban descaradas. del árbol de hojas brillantes.
Existió un reino perdido entre las telarañas del tiempo, donde los habitantes vivían aterrorizados, por un rey déspota, que estaba obsesionado por el control de todas sus gentes.
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