Después de varios días de juerga
La luna se va adelgazando,
que le quiten lo bailado
y a mí que me la pongan,
un poquito de cualquier droga.
Es un decir, porque a mí
solo me gusta
la mejor coca,
desde los ángeles, a tu boca
y a la mía color de rosa.
Luna más y más bella
deshojada de tanta fiesta.
Aquí desde mi desierto
se contempla bien tu presencia.
Las dos hablamos de amores viejos.
Tú no dejas de insistir
que nos quiten lo bailado
eso sí, si pueden, claro!
Las niñas sentadas en las sillitas de madera no nos atrevíamos a decir ni mu. Un señor alto disfrazado con un vestido blanco hasta los pies, se movía de acá para allá en aquel semicírculo improvisado.
Manolita miraba tras las rejas las magnolias que colgaban descaradas. del árbol de hojas brillantes.
Existió un reino perdido entre las telarañas del tiempo, donde los habitantes vivían aterrorizados, por un rey déspota, que estaba obsesionado por el control de todas sus gentes.
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